¿ESTOY EMBARAZADA, PUEDO HACER EJERCICIO? 

Ha llegado ese momento tan esperado, o quizás ha llegado por sorpresa, pero en este momento es cuando surgen todas las dudas y la gran pregunta, ¿AHORA QUÉ HE DE HACER?. 

Seguro que te han bombardeado con mucha información y has escuchado a alguien decirte que no te muevas y que hagas reposo, otros que te han dicho que te muevas pero no mucho… y muchísimas más cosas. Tranquila, vamos a parar un momento y a repasar los puntos que tenemos que abordar. 

Primero de todo, una vez sepas que estás embarazada sea por una visita médica o por un test de farmacia, es conveniente pedir hora con la matrona para que haga un registro inicial y te programe las próximas visitas y exámenes.

Durante el primer trimestre te harán una analítica y a las 12 semanas te realizarán una ecografía. Después de esa visita, podemos pedir hora con el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, allí se hará una valoración inicial del suelo pélvico. 

Si la mamá es deportista desde antes del embarazo, podrá continuar su actividad habitual desde el primer momento y modificarla a medida que avance el embarazo. Por el contrario, si esta es sedentaria, es recomendable consultar con un fisioterapeuta especializado para empezar a hacer ejercicio de forma adaptada, o puedes esperar a la semana 12 para empezar.

Es importante tener en cuenta que si no somos deportistas, tampoco podemos sobrecargarnos durante el embarazo. Si ya has pasado el primer trimestre, no te preocupes, puedes empezar a hacer ejercicio en cualquier momento del embarazo, siempre y cuando el médico no dictamine que hay un embarazo de riesgo.

Según el trimestre en el que nos encontremos iremos adaptando la actividad, dado que el cuerpo también irá cambiando.

Realizar actividad física en el embarazo tiene múltiples efectos beneficiosos, a continuación te los enumeramos. 

Para la madre: 

  • Evita el dolor lumbar 
  • Mejora las capacidades metabólicas y cardio-pulmonares. 
  • Reduce el riesgo de padecer diabetes gestacional. 
  • Favorece los procesos del parto. 
  • Mantiene la condición física de la mamá, reduciendo el nivel de fatiga en las actividades cotidianas. 
  • Controla la ganancia de peso. 
  • Mejora la tolerancia a la ansiedad y la depresión. 
  • Mejora la imagen corporal. 

Para el feto (antes del nacimiento) 

  • El desarrollo psicomotor del feto es mejor 
  • Mejor maduración nerviosa 
  • Disminución de la frecuencia cardíaca fetal en reposo 
  • Mejora la viabilidad de la placenta 
  • Aumenta los niveles del líquido amniótico 
  • Aumento de las edades gestacionales. 

Para el bebé (después del nacimiento) 

  • Normopeso al nacimiento 
  • Los bebés responden mejor ante los estímulos ambientales y luminosos. 
  • Puntuaciones de Apgar mayores en los neonatos nacidos de madres que hicieron ejercicio. 
  • Mejora el desarrollo neurológico 
  • Mejor orientación y capacidad para calmarse 
  • Mayores puntuaciones en lenguaje oral en niños de 5 años.

Todos estos beneficios no tienen por qué cumplirse en todos los casos, pero realizar ejercicio físico sí aumenta la probabilidad de que sucedan. 

Aparte de todos estos beneficios, numerosos estudios también demuestran otros efectos, cómo el estudio de Anna Szumilewiczl1, que demuestra que hacer actividad física durante el embarazo puede ayudar a reducir las intervenciones médicas durante el parto, o el estudio de S. Hartmann2 que demuestra que hay una disminución de los niveles de estrés y una disminución de la percepción del dolor. 

Podríamos hablar de muchos estudios, pero lo que hemos de tener muy claro es que la placenta es el nexo de conexión entre la mamá y el bebé, y todo lo que suceda durante el transcurso del embarazo va a marcar lo que sucederá después con el bebé hasta en la edad adulta; por ejemplo, si la madre padece diabetes gestacional, es más fácil que en un futuro cuando el niño sea mayor presente diabetes u otras enfermedades.

Por todo ello, es preferible mantener un estilo de vida saludable, sin niveles de estrés elevados y realizando actividad física, que permanecer sedentaria, a no ser que haya cualquier contraindicación médica. 

Tal y como dice Harald Lehnen “un embarazo exitoso no debe ser definido principalmente por el resultado en el nacimiento, sino también por el estado de salud en la edad adulta”. 

 

Autora del artículo: María C. Ruiz, fisioterapeuta de Espai Salut especializada en Suelo Pélvico.

Bibliografía:

  1. Anna Szumilewicz1, Andrzej Wojtyła2,3, Aleksandra Zarębska1, Izabela Drobnik-Kozakiewicz1, Michał Sawczyn1, Anna Kwitniewska1. Influence of prenatal physical activity on the course of labour and delivery according to the new Polish standard for perinatal care. Annals of Agricultural and Environmental Medicine 2013, Vol 20, No 2, 380–389
  1. Hartmann S, Bung P, Schlebusch H, Hollmann W. [The analgesic effect of exercise during labor]. Zeitschrift fur Geburtshilfe und Neonatologie. 2005 Aug;209(4):144-150. DOI: 10.1055/s-2005-871307. PMID: 16138272.

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